Consiste en quitar una pequeña parte del tubo (cordón espermático o conducto deferente) que lleva los espermatozoides desde los testículos, donde se forman, de manera que el líquido que se emite en la eyaculación (semen) no lleva espermatozoides.
Se realiza por laparoscopia, con anestesia general y necesita hospitalización.
Consiste en cauterizar ó cortar las trompas de Falopio, por lo que se cierra el paso a los óvulos y a los espermatozoides.