Preguntas frecuentes sobre verrugas genitales y HPV

Dudas frecuentes sobre verrugas genitales y HPV


¿Qué son las verrugas genitales?

Son masas carnosas de un tamaño y color muy variable, desde escasos milímetros a varios centímetros y de blancas a marrones oscuras pasando por el mismo color de la piel sobre la que asientan. Suelen aparecer en los genitales, el periné, alrededor del ano, y en raras ocasiones en la boca. Esta localización se debe a que están producidas por la infección de un virus que se adquiere al mantener relaciones sexuales, conocido como virus del papiloma humano.


¿Que debo conocer sobre esta infección?

La infección por el virus del papiloma humano es la más frecuente de todas las infecciones de transmisión sexual. De hecho se estima que alrededor del 75-80% de la población está infectada. No obstante, en la mayoría de los casos la infección será controlada por nuestro sistema inmune y no se producirán lesiones. Sin embargo un pequeño porcentaje de personas a quienes les transmitieron el virus del papiloma humano, un 10% desarrollarán la enfermedad, cuya expresión más frecuente son las verrugas genitales. Existen muchos tipos diferentes de virus del papiloma humano con capacidad de producir verrugas genitales y se clasifican en dos grandes grupos en función del potencial oncogénico o capacidad de producir cáncer: virus de alto riesgo, son los que con los años pueden producir cáncer en la región donde infectan y los de bajo riesgo, sólo tienen capacidad de formar verrugas y nunca lesiones malignas.


¿Cómo he cogido esta infección?

Ésta es una infección de transmisión sexual. Durante las relaciones sexuales exponemos nuestra piel y mucosas, genital, anal, oral, poniéndolas en contacto directo con la piel o mucosas de alguien que presenta suficiente cantidad de virus VPH para tener capacidad de transmitir la infección. No es necesario que quien nos infecte tenga verrugas, ya que la situación más frecuente es la de portador asintomático de este virus. No hay un periodo concreto para que aparezcan las lesiones (verrugas) desde que somos infectados, por lo que no es posible asegurar cuándo se produjo el contagio.
Que aparezcan o no verrugas y el momento en el que lo hagan depende de varios motivos: primero de los propios virus, que sean más o menos agresivos o más o menos numerosos y de la persona que los recibe, constitución genética, estado inmunológico y otros factores ambientales. También depende de la edad, el sexo, la localización u otras enfermedades concomitantes.


¿Qué debo hacer si creo que tengo verrugas genitales?

Ante la sospecha de padecer verrugas genitales deberá acudir a su médico para que confirme o no la sospecha.
Una simple exploración visual es suficiente para el diagnóstico de la mayoría de las verrugas, si bien, en alguna ocasión éstas podrían confundirse con otras lesiones dermatológicas que asientan en la región genital o con repliegues normales de nuestra piel y mucosas.
En el caso de confirmarse la enfermedad, se realiza una historia clínica sobre los hábitos y prácticas sexuales para descartar conductas de riesgo y posibilidad de otras infecciones de transmisión sexual, no siendo necesario la realización sistémica de analíticas de sangre a todas las personas en las que se haya constatado la infección por el virus del papiloma humano.


¿Se puede prevenir el contagio de esta infección?

El 75-80% de la población está infectada por el virus del papiloma humano, porque es muy difícil evitar el contagio.
La infección por el virus del papiloma humano se extiende por toda la región perineal: pubis, genitales, región inguinal, anal,… y el preservativo no cubre tanta extensión, por eso para evitar el contagio del VPH el uso del preservativo no es suficientemente eficaz, y aunque reduce el riesgo de la transmisión, al acumular múltiples relaciones sexuales la gran mayoría de la población se expone a este virus.
Tener relaciones sexuales con una persona a la que no vemos verrugas no excluye que nos pueda transmitir el VPH, ya que la mayoría de las infecciones se producen de personas que no presentan ningún tipo de lesión.

Actualmente existen en el mercado vacunas que previenen la infección por el VPH, pero solo de 2 o 4 tipos de este virus, por lo que estar vacunado no garantiza una inmunidad absoluta a todos los tipos del virus del papiloma humano. Además, las vacunas no son curativas, por lo que no sirven para eliminar las verrugas, ni han demostrado que eviten recurrencias una vez solventadas las lesiones.
Por tanto, es prácticamente imposible excluirse de la infección por este virus, que en un 90% de los casos o no se manifiesta o no precisa tratamiento, estando incorporado al numeroso grupo de virus, bacterias y hongos que conviven en nuestro cuerpo y sólo requieren nuestra atención cuando nos producen una enfermedad.


¿Cómo me curo?

Podemos curar la enfermedad producida por el VPH, es decir, podemos tratar y curar las verrugas, pero no podemos eliminar la infección al igual que pasa con otros virus como el herpes, VIH o virus de la hepatitis C.
Existen varios tratamientos para las verrugas genitales y habrá que elegir el más adecuado para cada persona según el momento de evolución de la enfermedad, por lo que no todas las personas con verrugas seguirán la misma pauta terapéutica.
Los tratamientos los dividimos en dos grupos:
• Tratamientos aplicados por uno mismo: imiquimod y podofilotoxima.
• Tratamientos aplicados por el médico: crioterapia con nitrógeno líquido, láser ablativo, electrocoagulación, cirugía, ácido tricloroacético…

 

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¿Cómo afecta a mi pareja?

Como ya hemos comentado, la gran mayoría de la población se ha puesto en contacto con el VPH en los primeros años de iniciar sus relaciones sexuales. Que aparezcan o no lesiones y el momento en el que lo hagan depende esencialmente de sus defensas y no de su actividad sexual.
Debe acudir a consulta cualquier persona que crea tener verrugas genitales u otras manifestaciones clínicas producidas por el virus del papiloma humano. Organismos internacionales de salud desaconsejan el estudio de parejas sin síntomas de personas a quienes se les diagnostica infección/enfermedad por VPH, ya que no beneficia en absoluto a ningún miembro de la pareja.
Independientemente, todas las mujeres deben pasar controles periódicos para prevenir cáncer de cuello de útero con la regularidad que marque su médico/a , no viéndose alterada por mantener contacto con alguien que presenta verrugas genitales.

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¿Qué precauciones debo tomar a partir de ahora?

Tener infección o enfermedad por VPH, ya sean verrugas o cualquier otro tipo de manifestación clínica, no debe condicionar la vida sexual de nadie.
No es necesario cambiar el tipo de prácticas sexuales ni empezar a usar preservativo con nuestra pareja por el diagnóstico de esta patología a alguno de los dos miembros, ni durante el tratamiento ni una vez finalizado el mismo. Ya que se ha visto que aunque el tratamiento haya finalizado exitosamente no varía la capacidad de transmisión del VPH.
También se ha podido comprobar que volver a exponerse a una posible nueva transmisión del VPH no aumenta el riesgo de que aparezcan lesiones, ya que realmente una vez infectado esto depende casi exclusivamente de nuestras defensas.
Cuando se mantiene relaciones sexuales con contactos esporádicos o nuevas parejas, la forma más eficaz de prevención de las infecciones de transmisión sexual es el preservativo y debería utilizarse siempre en estas situaciones, si bien como ya comentamos su capacidad para evitar la transmisión del VPH es escasa.
Debe seguir las pautas de revisión marcadas por su médico/a, se tengan o no lesiones.

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¿Voy a tener cáncer?

La familia de los virus del papiloma humano, comprende muchos tipos diferentes de virus, todos ellos capaces de producir infección tanto en la piel de la región anogenital como en la mucosa de la vagina o del cuello del útero. Solo algunos de ellos además tienen potencial para desarrollar cáncer en determinadas localizaciones como son el cuello uterino o la zona anorectal, fundamentalmente.
Actualmente se ha dispuesto un sistema de prevención para el cáncer de cuello uterino, que realizado de forma correcta, prácticamente evita la aparición de esta neoplasia. En otras localizaciones no es necesario realizar estudios previos al tratamiento de las lesiones, excepto porque por su aspecto o evolución su médico/a le aconseje algún tipo de prueba, encaminada a cerciorarse de la presencia de una lesión precancerosa que será así abordada de la forma más adecuada.
Es importante reseñar que tener un virus de alto riesgo para poder desarrollar cáncer no significa que se vaya a producir, de hecho esta es una situación muy frecuente. Toda persona en la que detectamos una infección por virus del papiloma humano de alto riesgo, deberá pasar los controles periódicos que estime su médico/a, con el fin de evitar que se desarrolle ninguna forma de cáncer.