Muchas de nosotras, en ocasiones notamos bultos en el pecho y axila.  Es algo que nos asusta y siempre pensamos en lo peor pero no todo es cáncer de mama.

La mayoría son alteraciones benignas que podemos presentar a lo largo de nuestra vida y que en la mayoría de los casos no necesitan tratamiento y suelen desaparecer solas.

Alteraciones benignas en el pecho

  • Fibroadenoma:
    Es el tumor benigno más habitual. Se trata de un bulto formado a partir del crecimiento excesivo de tejido mamario. Suele ser un bulto móvil y de forma redondeada. No suele ser doloroso y su crecimiento habitualmente es lento.

Lo más frecuente es que se reduzca de tamaño o llegue a desaparecer por sí solo. Es aconsejable el control periódico del mismo.
Excepcionalmente puede aumentar de tamaño rápidamente y producir dolor y deformidad en el pecho, en estos casos se valora la necesidad de extirparlo.

  • Mastopatía fibroquística:
    Consiste en un crecimiento mayor e irregular del tejido fibroso de la mama.

Se aprecian zonas más densas en la mama, pueden notarse bultos de pequeño tamaño y en ocasiones dolor más acusado los días previos a la menstruación.
Es una alteración frecuente de la mama y no necesita tratamiento.

Si fuera necesario se podría tratar con antiinflamatorios para aliviar la incomodidad o el dolor.

  • Quistes:
    Los quistes suelen tener una superficie lisa, son móviles al tacto y pueden ser dolorosos. Los hay de distintos tamaños, pequeños casi imperceptible y tan grandes como para ser visibles sin necesidad de palpación.
    En estos casos es necesario realizar una punción para determinar qué tipo de quiste es y poder descartar su posible malignidad.

 

Alteraciones benignas en la axila

  • Forunculosis:
    Comúnmente llamado “golondrino” se trata de la inflamación de un folículo debido a una infección de la glándula productora de sudor. Estas glándulas suelen infectarse por algún vello enquistado. Son dolorosos y más o menos grandes. Son los bultos más comunes en la axila.
    Habitualmente desaparecen por si solos, en caso de no ser así, se tratarían con antibióticos o en caso de necesidad por enquistamiento se puede recurrir a la cirugía.
  • Linfadenitis:
    Se trata de la inflamación de un ganglio. Los ganglios forman parte del sistema linfático, encargado de protegernos de infecciones por medio de la linfa. En ocasiones estos ganglios se inflaman, habitualmente después de haber sufrido alguna infección. Esa inflamación produce un abultamiento en la axila.
    Para su tratamiento es necesaria una punción, para analizar el líquido linfático acumulado y determinar las causas de la aparición de esta Linfadenitis.

Para más información, te puedes poner en contacto con Ginegranada, bien directamente acudiendo a nuestro centro, situado en la calle Santisteban Márquez 3 bajo, bien vía telefónica en el 958 805152 o en el 609144116 o vía email en info@ginegranada.com.

 

Dra. M. Carolina Sorrentino

Sobre Ginegranada

Profesionales con más de 25 años de experiencia en interrupción de embarazo y sus técnicas específicas. Compartimos un interés común, cultivar la salud sexual y reproductiva, desde ese interés garantizamos el acceso a todos los métodos anticonceptivos, control de embarazo, citología, vasectomía etc. Nuestra filosofía es que la mujer se sienta a gusto y bien atendida conjugando la técnica y la cordialidad en el trato.

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